El Señor de Taured - J.g. (Relato 4)

Relato #04 - Abintestato

14 de Abril de 2010.
Si hay algo que todos tenemos en común es soñar que caemos. Así es, mientras estamos dormidos, ser despertados por el sacudón de ese breve y fugaz sueño el cual, por un instante soñamos que caemos hacia el vacio.


Nunca le di importancia, y no habría por qué. Es solo un breve sueño. Hace unas semanas que esto comenzó a sucederme mas seguido, casi dos o tres veces por noches, y el impacto era tal que solía despertar a mi hermano debido a mi reacción, el dormía en mi habitación y a veces con el impacto del sueño tiraba accidentalmente algún objeto de la mesa de luz la cual estaba entre nuestras camas. Hace un tiempo leí que expertos concuerdan en que se trata de una reacción del cuerpo; este envía una leve descarga de adrenalina a nuestro sistema, ya que el ritmo cardiaco baja levemente, esto sucede sobre todo si últimamente el estrés está presente en tuvida. Creo que tienen razón. Últimamente, y luego de la reciente muerte de mi padre, mis días son más largos y cansadores. Junto con mi madre, tenemos que ser el sostén de la familia, los cuales, lidiamos con problemas de vivienda,económicos laborales, y lidiar con un hermano con autismo el cual necesitadiariamente su dosis de medicamentos.


Si hay algo que nos enseñó mi padre es a nunca bajar los brazos, esa frase recordaba siempre y en parte me daba fuerzas para luchar. Al igual que mi padre, trabajo de albañil, los conocimientos los heredé de el, de muy pequeño solía acompañarlo a algunos trabajos suyos y a veces darle una mano. Con el tiempo fui aprendiendo todo el funcionamiento, la precisión, el uso de herramientas, la proporción del material, tirar la plomada, usar el punto, medir niveles y todo lo que con llevaesta profesión. Trabajo de lunes a sábados con mi tío (hermano de mi padre), el es contratista y siempre hubo trabajo, afortunadamente, aunque hace dos semanas que este empezó a escasear. Mi madre trabaja de ama de llaves, lo hace por la mañana y a medio tiempo, de lunes a viernes, ya que es complicado dejar solo a mi hermano menor, sobre todo con su enfermedad. El dinero no nos sobra, el alquiler de nuestra precaria vivienda en Avellaneda es cada vez más difícil depagar.


Encuanto a mi hermano, es un niño de 15 años, tiene la fortuna de estar en la escuela, y como dije antes, lo malo se debe a su padecimiento; tiene esta enfermedad. Es muy complicado y triste verlo mientras tiene ataques epilépticos, o mientras padece repentinos ataques de violencia; comienza a golpearse, y a golpearnos a mi y a mi madre, mientras nosotros forcejeamos con el para detenerlo. Eso lo hace, obviamente, sin intención.


Finalmente, luego de muchos intentos por comprar alguna casa (no importa si esta fueseprecaria, no podríamos aspirar a mas), mi tío nos comentó de una casa en venta,una de las antiguas viviendas de su yerno, esta estaba en venta a un precio muy accesible. Nos comentó que la misma estaba bastante deteriorada debido a su abandono por casi cuatro años y también debido al maltrato de los vecinos oportunistas, pero aun así, significaba una vivienda para nosotros.


5 de Noviembre de 2010
Finalmente y después de unos cuantos meses de duro sacrificio cumplimos nuestro objetivo; compramos esa casa, la cual queda en Quilmes, en la calle Roque Cisterna. Eso nos causó mucha alegría ,por fin tenemos algo nuestro donde vivir, sin tener que pagarle a nadie y sin pensar que podríamos quedarnos en la calle de un día para el otro.


Nuestra nueva casa necesitaba nuevas refacciones, está bastante deteriorada; la pintura salida, las rejas muy oxidadas, les persianas rotas y el techo lleno de goteras. Eso no sería mucho problema, con trabajo lo solucionaremos, sobre todo yo, este es mi oficio.


Luego de una semana de arduo trabajo en casa, mi madre, mi hermano y yo cooperamos entre todos para pintarla. Se veía muy bonita, cambio el aspecto de casa abandonada a casa decente.


Pero la vida seguía sin ser de colorde rosa; el empleo de mi madre peligraba, la salud de mi hermano se deterioraba de a poco. Tal vez sea eso lo cual intensifico mis reiteradas pesadillas las cuales yo me caigo. Pero siempre noté algo que me llamó la atención; muchos dicen que el ser humano no suele recordar el 70% de los sueños que tienen el mismo día, pero en mi caso, hay algo que siempre recuerdo. Mientras sueño que me caigo, durante esos 2 segundos, me despierto agitado y la imagen que suelo recordar es la de una chimenea, una enorme chimenea abandonada, sola, en mediode la nada, la cual es muy grande, de casi veinte metros. No se por qué siemprerecuerdo esto, ni siquiera se si esa chimenea existe realmente, pero suelo soñarla muy brevemente.


Resulta que a la siguiente semana,mis dudas fueron aclaradas; en aquella semana hubo una leve tormenta en la zona, la cual hizo evidente unas cuantas goteras en el techo. Junté el dinero de unos ahorros que tenía guardados por ahí, y a los pocos días compré unos cuantos metros de membrana, para colocarlos y evitar las filtraciones. El díaen el cual colocaría las membranas era radiante, muy soleado. Con las mejoresintenciones, yo y mi hermano subimos a la terraza para poder hacer un balancemental de mi trabajo y el seria mi asistente, pero una vez arriba, la vista medejó helado. Allí estaba la chimenea. A dos cuadras de mi casa pude distinguira la chimenea la cual había soñado varias veces mientras me caía. Era igual acomo yo la recordaba, de color gris, algo negra por el hollín, bastante deteriorada y rota. Casi me desmayo, el corazón quería salirme del pecho. Esa chimenea pertenecía a una fábrica abandonada en la zona, bastante conocida en Quilmes, también había varios galpones abandonados, pero la chimenea era lo que mas sobresalía, no la había visto antes ya que un enorme paredón divide la cuadra y dificulta la vista.


Bajé inmediatamente, le dije a mi hermano que hiciera lo mismo, aunque recuerdo que el bajaba algo nervioso, seguramente le sorprendió mi reacción. Suspendí el trabajo. Esa noche, mi madre me preguntó lo que me había pasado, seguramente mi hermano le comentó algo, o tal vez se dio cuenta por mi cara de preocupación. No tuve más alternativa que decírselo; siempre sueño que caigo, y en el mismo sueño, hay una chimenea en la zona. Pues bien, esto coincidía con lo que vi en la terraza. Luego de decírselo, ella, comosiempre, me calmó diciendo que seguramente era una casualidad, esta chimenea la habré visto antes, o habré visto alguna otra parecida y probablemente quedó grabada en mi cabeza. Yo suelo ser muy supersticioso, pero las palabras de mi madre en cierto punto me tranquilizaron. Al otro día casi ni le di importancia, simplemente tomaba esto como una pintoresca curiosidad, por más que mi sueño seguía presente; me caía, y de vez en cuando podía distinguir una chimenea casi idéntica. Lo dejé de lado, pero hubo algo que me llamó la atención; conozco muy bien a mi madre y noté cierta cara de preocupación mientras yo le contaba esto, sumado a su actitud; me dijo que no me preocupe, que vaya a trabajar porque ella le pediría ayuda a mi primo para que ambos coloquen las membranas. Eso esextraño porque ella nunca había recurrido a mi primo. Otra actitud extraña fue escucharla a ella hablar por teléfono preguntando por el precio de diferentes casas, aparentemente tenia pensado alquilar, o comprar, pero cuando yo le preguntaba ella negaba y cambiaba de tema. ¿Por qué querría alquilar? Ya tenemos casa…


Pues bien, ella no quería hacerme preocupar, y no la culpo. Tenía intenciones de que nos fuéramos de la casa lo antes posible. Antes de que yo le contara mi sueño, mi pequeño hermano, el autista, le contó a mi madre que el soñaba casi todas las noches que en un ataque de nervios empujaba a alguien en la terraza, y sumiedo se intensifico, al igual que a mi, cuando subió conmigo al techo y vio esa chimenea, también presente en su sueño. Eso seria una pintoresca casualidad para ella también, salvo por el pequeño detalle de que ella recordaba que mi padre solía contarle, antes de que su andamio se rompiera y muriera con el impacto en el suelo, que el solía soñar todas las noches que, al igual que yo en mis sueños, caía al vacío.

Autor: J.G.

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